El contenido estimado promedio de níquel en la corteza terrestre es de 0.008 %. Lo cual es un contenido muy bajo, que pone en evidencia por qué la minería del níquel es una industria tan importante, y por qué la recuperación de níquel y el reciclaje de níquel están adquiriendo una trascendencia cada vez mayor, en nuestra sociedad de consumo.
La eficiencia en la electrodeposición de todo metal, incluso el níquel o el cobalto, depende de una variedad de factores, incluyendo la concentración del metal en el electrolito, la densidad de corriente eléctrica, la temperatura, pH, conductividad, impurezas, etc. Si el potencial electroquímico es lo suficientemente positivo, estos factores llegan a ser menos importantes. No obstante, en el caso del níquel y del cobalto, el más leve potencial de reducción negativo, significa que exige de un control cuidadoso de las condiciones para producir un depósito metálico aprovechable.
Hemos sido capaces de revolucionar los métodos de electro-obtención del níquel y del cobalto, y con una ingeniosa combinación de la electrodeposición emew y de la metodología del proceso, podemos recuperar metales de una variedad de insumos, incluyendo la chatarra electrónica, materiales rechazados de níquel y cobalto, subproductos de níquel, baterías, sangrados de refinería, sangrados SX/EW y baños finales.